SOBRE LA RESPONSABILIDAD DEL PROFESIONAL FRENTE A LA
SOCIEDAD
Hemos adquirido conocimientos sin precedentes sobre el mundo
físico, biológico, psicológico, sociológico. La ciencia ha hecho reinar, cada
vez más, a los métodos de verificación empírica y lógica. Mitos y tinieblas
parecen ser rechazados a los bajos fondos del espíritu por las luces de la
Razón. Y, sin embargo, el error, la ignorancia, la ceguera, progresan, por
todas partes, al mismo tiempo que nuestros conocimientos.
Abordar una reflexión sobre la
responsabilidad del profesional frente a la sociedad implica, necesariamente,
hablar de ética, lo cual en ciertos momentos se vislumbra como un misterio para
los profesionales, dado que dicho término se asocia exclusivamente al campo de
la Filosofía o de la Teología, generando una percepción equivocada. No
obstante, el hecho de indagar el papel de la ética en la labor profesional conlleva
a buscar orientaciones claras sobre los principios que deben regirla, a fin no
sólo de que el desempeño del profesional sea pertinente, sino que también esté
orientado hacia la comprensión de la condición humana y el fomento de su
calidad de vida. De esta manera, hablar de ética profesional va más allá de
entender los principios morales de la misma. Se trata de comprenderlos y
aprehenderlos, es decir, aplicarlos a plena voluntad en pro de la dignidad
humana y profesional.
En ese sentido, la ética conduce al ser
humano hacia la finalidad de una conducta profesional del “deber ser”,
ofreciendo una guía precisa para dignificar su labor. Es así que, independiente
del tipo de profesión que se tenga, los
bienes que ésta puedan proporcionar a la sociedad son indispensables para
ayudar a proveer una vida digna, lo cual le imprime sentido y legitimidad a lo
que se hace. Ahora bien ¿qué se entiende cómo bienes? Etimológicamente
hablando, se refiere a propiedades, en este caso, de índole intelectual y
moral, es por eso que cada profesión exige contar con unas aptitudes básicas
para su ejercicio, dentro de las cuales se encuentran el conocimiento y la
técnica, y lo más importante: el componente humano.
El conocimiento es la base de la teoría
científica de toda actividad profesional. Su comprensión permite dominar la
naturaleza de la profesión y por lo tanto, producir resultados conforme con los
objetivos de ésta, así como predecir y ayudar a mejorar los resultados de su
ejercicio. Igualmente, en toda profesión existen procedimientos y técnicas cuyos
conocimientos permiten seleccionar las actividades intrínsecas que permitan
alcanzar los objetivos de la profesión. De ahí que éstos deben ser pertinentes
en favor de la sociedad.
Los componentes humanos o de servicio se
refieren a los componentes técnicos y
científicos puestos como servicio al usuario de la profesión, en forma
inmediata o mediata. Constituyen entonces el servicio en sí mismo, como
motivación esencial del ejercicio profesional. Es ahí donde la ética entra a
jugar un papel fundamental, toda vez que hace referencia a la conciencia
profesional, la cual permite regular los actos que se considera están o no de
acuerdo con lo debido, haciendo que ante todo primen los valores profesionales por encima de las
escalas personales.
En resumidas cuentas, toda actividad
laboral presta un servicio específico a la sociedad en forma
institucionalizada, para proveer y mantener dentro del bien común a quienes se
sirven de sus propuestas y servicios. Por lo tanto la pregunta constante que
debe hacerse el profesional es “¿se tiene claro qué es lo que se le está
brindando a la sociedad?”, lo cual implica responder asertivamente a los
cambios a los que ésta se enfrenta continuamente, investigarlos, estudiarlos y
articularlos de la mejor manera posible, manteniéndose informado acerca de
ellos y orientarlos hacia una constante búsqueda de la comprensión y el
bienestar de la humanidad.
Adriana Maria Martinez Grisales
Liliana Andrea Arismendi Gutiérrez
CIBERGRAFIA
Édgar Morín – “Introducción al
pensamiento complejo”,
Unidad 1, Competencias del ser, http://biblioteca.ucn.edu.co/repositorio/ModulosComunes/Etica-Profesional/unidad1.html
Unidad 2, El arte de vivir bien,

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